A: Muchas partes pueden ser responsables de un producto sanitario defectuoso, dependiendo de cómo haya fallado. Si falla el producto en sí, la culpa puede recaer en el fabricante. A veces, el producto es defectuoso por su diseño, por lo que el diseñador o la empresa matriz podrían ser considerados responsables. Un médico, cirujano u otro profesional de la medicina también podría ser responsable si no advirtió debidamente a los pacientes de los efectos secundarios o no les dio instrucciones para un uso adecuado.